El Puerto deja claro que no va a permitir actuaciones que interfieran en las “estrictas medidas medioambientales” que la ley impone y las propias de carácter interno que se han establecido dentro de la responsabilidad social corporativa que preside la política de la dársena granadina.
Es más, el último Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria aprobó la Guía de Buenas Prácticas Ambientales para la Manipulación y Almacenamiento de Graneles, cuyo objetivo es proporcionar herramientas para la mejora del desempeño ambiental de todos los agentes que participen en cualquier faceta de la manipulación, almacenamiento y transporte de graneles, léase operadores de estiba, titulares de concesiones y empresas de limpieza y transporte, entre otras, así como los implicados en la actividad y desarrollo portuario.
Además, el cumplimiento de las prácticas ambientales servirá de referencia a las empresas para acogerse a las bonificaciones de las tasas que establece le Ley de Régimen Económico y de Prestación de Servicios de los Puertos de Interés General.
Por último, el contenido de la guía será de obligado cumplimiento en los pliegos de condiciones de las nuevas concesiones que se otorguen en el Puerto de Motril para la manipulación o almacenamiento de mercancía a granel.