Las obras de remodelación del puerto pesquero entran en una nueva fase con la colocación de los pilotes, cada uno con un diámetro de 1,2 metros de diámetro y cimentados a 20 metros de profundidad, sobre los que se construirá el paso elevado que dispondrá de una calzada con doble sentido de circulación y una zona peatonal para los pasajeros que embarquen o desembarquen en Azucenas o en los muelles de Costa y Levante. Con la cimentación de los estribos en los que se sujetará la futura pasarela y el cambio y desvío de las redes de servicio, previamente ejecutado, concluye una de las fases del proyecto más complicada a nivel técnico y presupuestario. La pasarela, que estará dotada de sistemas para evitar la vibración y los ruidos, se ha diseñado para que el impacto visual sea mínimo.
Por otra parte, las casetas de pescadores quedarán integradas en el proyecto, por lo que el espacio que ahora ocupan quedará libre para su posterior urbanización, “ofreciendo una imagen moderna y atractiva para que se pueda desarrollar el turismo”, ha destacado el presidente del Puerto de Motril, José García Fuentes, que opina que “va a mejorar el entorno del barrio de Varadero con más permeabilidad y vistas al mar”.
La idea del proyecto es que el puerto pesquero quede como una “unidad independiente" y así evitar interferencias con las operativas de los ferrys de las líneas regulares que operan en las dos dársenas comerciales.
Según ha señalado García Fuentes, “se trata de la obra de inversión más importante este año y el próximo y supone el inicio de la gran reordenación del Puerto de Motril a través del Plan Director de Infraestructuras”.
El proyecto total asciende a 1,9 millones de euros, si bien la Junta de Andalucía, a través de los fondos europeos de pesca, sufraga el 80% del coste de las casetas de pescadores. Las obras en sus diferentes fases están siendo ejecutadas por la empresa PORMAN.